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Archivos de la etiqueta: psicólogo Salamanca
Siento ira.. ¿Debo acudir a un psicólogo?
Ayer veíamos que la ira es una emoción primaria y natural como la alegría o el miedo. Lo que ocurre es que manifestar la ira en nuestra vida cotidiana puede traernos consecuencias bastante desagradables, desde problemas en el ámbito familiar hasta problemas legales. Hay personas que o bien por la frecuencia con la que sienten la ira o por la intensidad con la que la sienten presentan un comportamiento destructivo.
¿Sueles enfadarte?
Es habitual que de forma cotidiana nos enfademos ante los imprevistos, las prisas o las respuestas de los demás que nos molestan. Es cierto que la ira como emoción natural aparece en todas las especies de animales y en otras culturas humanas, probablemente si alguien intentase destruir alguna pertenencia tuya de forma voluntaria por el simple hecho de molestarte sentirías ira ¿no crees?.
¿Qué te pasa cuando sientes ira?
Que tu cuerpo reacciona como si de una bomba de relojería se tratase, y esos cambios se notan en los tres niveles de respuesta de nuestro cuerpo:
. Fisiológico: el corazón se acelera, aumenta la presión sanguínea, se incrementa la temperatura corporal, se acelera nuestra respiración, nuestros músculos se tensan y sudamos más de lo habitual. El exceso de activación, si se mantiene durante mucho tiempo, favorecerá la aparición de diferentes trastornos.
. Cognitivo, es decir “lo que pensamos”. Cuando sentimos ira aparecen pensamientos relacionados con el hecho externo que genera nuestra ira (mi hijo cogió el coche sin permiso) y la forma en interpretamos ese hecho (mi hijo no me obedece, no me tiene en consideración, etc.). Solo aparecerá la ira si se realiza una interpretación negativa. El significado que damos a los sucesos o a las acciones de otras personas, juega un papel importante en la emoción de la ira.
. Lo que hacemos. Las respuestas son variadas, cuando sentimos la ira y esta se adueña de nosotros podemos ponernos rojos, chillar, insultar, incluso podemos intentar agredir físicamente al causante de nuestra ira…
Hay personas cuya ira aparece de forma rápida, otras en cambio pueden acumular tensión durante largos periodos de tiempo hasta que la situación se vuelve insostenible y “explotan”.
¿Cuándo debo buscar ayuda psicológica?
Yo te aconsejaría que acudas a un psicólogo si sientes que no eres capaz de controlar tu temperamento o si tus reacciones de ira te afectan en tus relaciones con los demás.
Y no olvides que podemos controlar nuestra ira, hacer que las situaciones no se adueñen de nuestra forma de comportarnos.
Psicólogos Salamanca – Gabinete de Psicología Mª Luz Cañadas – Psicoterapia
Autoestima en niños: Cariño, ¿Te enseño a quererte? (segunda parte)
Hoy seguimos hablando de cómo ayudar a los más pequeños de la casa a desarrollar una autoestima adecuada.
En el último post veíamos que podíamos ayudarles haciendo pequeñas grandes cosas:
1. Valora lo positivo de tu hijo.
2. Respétale.
3. No pidas niños perfectos.
Y hoy seguimos:
4. Escúchale y trata de responder a sus preguntas de forma sincera y honesta. Si un niño pregunta es porque tiene interés en conocer algo, ya sea porque le preocupa y/o le genera curiosidad. Si le das la respuesta podrás adaptar la información a la edad de tu hijo y a su capacidad de comprensión. Si en nosotros no obtienen respuesta probablemente buscarán la información fuera de casa hablando con otros adultos y amigos, no podremos conocer la información que reciben. Con nuestros hijos podemos y es nuestra responsabilidad educarles y hablar de aspectos importantes no deben quedarse fuera temas como la sexualidad o la muerte… Y si algo no lo sabes, reconócelo y buscar juntos la información.
5. Permite que tome decisiones. Tomar decisiones es tarea difícil y si estamos acostumbrados a que decidan por nosotros puede convertirse en una tarea casi imposible y eso cuando seamos adultos nos traerá serias dificultades. Enséñale a decidir en función de su edad y habilidades. A una niña de 8 años podemos permitirle decidir a qué clase extraescolar quiere acudir este curso (“mami este año quiero ir a ballet”), a veces las cosas no son lo que parece y pocas semanas después puede querer abandonar (“no me gusta, me aburro”), es importante hacerles cumplir el compromiso que han adquirido (“te comprometiste a ir a ballet este curso, así que tienes que acabarlo y el próximo año si quieras buscamos otra actividad”). Lógicamente estamos hablando de situaciones normales pero hay casos donde puede ser necesario abandonar la actividad, por tanto analizaremos cada situación. Para tomar decisiones pueden ayudarles juegos como el parchís, las damas, el ajedrez y otros muchos juegos de mesa.
6. Dale responsabilidades, les ayudan a madurar y a sentirse útiles pueden ser tareas diarias (como hacer la cama, quitar la mesa o preparar la mochila de clase) o semanales (quitar el polvo, recoger el cuarto).
7. Permite que solucionen sus problemas. Como padres no nos gusta ver sufrir ni frustarse a nuestros hijos, pero es parte de la vida y no es bueno protegerlos constantemente ni resolver todos sus problemas. Podemos hablar con ellos, hacerles ver que les comprendemos y asesorarles pero es mejor que sean ellos los que se enfrenten al problema. Ellos al igual que nosotros van a fracasar en distintos momentos de la vida y es mejor que se preparen para ello y lo vayan aprendiendo poco a poco. No obstante hay circunstancias que nos obligan a intervenir.
Psicoterapia Salamanca – Gabinete de Psicología Mª Luz Cañadas
Cariño, quiérete mucho (primera parte)
Estos días hemos estado hablando de la autoestima y de cómo tratar de mejorarla. Hoy vamos a hablar de la autoestima en los niños.
A partir de los 5 – 6 años los niños empiezan a ser conscientes de cómo les vemos las personas de su alrededor ya sean padres, profesores, amigos o simples compañeros de clase. Además de la imagen que los demás les transmitimos de sí mismos, las experiencias que van viviendo les ayudan a conformar su autoestima. Los niños con una autoestima adecuada se sienten importantes y valorados por los demás, teniendo una imagen de sí mismos como personas competentes.
Un niño con baja autoestima no confía en sí mismo ni en los demás. Suele ser tímido, hipercrítico, favoreciendo la presencia de comportamientos de carácter agresivo, lo cual suele generar rechazo en los demás afianzando el mal concepto que tienen de sí mismos.
La autoestima es la imagen que tenemos de nosotros mismos y se forma a través de la información que obtenemos de distintos ámbitos:
. Personales hace referencia a como nos percibimos física e intelectualmente.
. Información que nos facilitan las personas importantes para nosotros no solo por lo que nos dicen verbalmente, sino también por las actitudes que presentan padres, amigos, profesores, vecinos…
. Información que nos facilita el entorno social se refiere a elementos de carácter cultural, así como a los valores y creencias que tenemos.
Es normal que los niños en algunos momentos se muestren inseguros y podremos interpretarlo como baja autoestima. No tenemos que olvidar que el desarrollo de la autoestima es un proceso y va a precisar de tiempo y experiencias positivas para que sea adecuada.
Mañana hablaremos de qué podemos hacer para fomentar una adecuada autoestima en nuestros hijos.
¿Cómo viven la muerte los niños de educación infantil? Edad 3-5 años
Los psicólogos con cierta frecuencia asesoramos a padres y educadores acerca de como comunicar a un niño la muerte de un ser querido.
A la hora de explicar a un niño de 3 a 5 años aspectos relacionados con la muerte es preciso tener en cuenta la dificultad que presentan para entender la muerte como algo permanente e irreversible.
Cada niño entenderá el concepto de muerte en función de sus habilidades emocionales y cognitivas.
En esta fase del desarrollo los niños niegan la muerte como un acontecimiento final. Entienden la muerte como un estado temporal, como algo provisional y transitorio, no entienden que sea “para siempre”. Esta idea es reforzada por la imagen que proyectan algunos personajes televisivos personajes que mueren aplastados o ahogados reaparecen en capítulos posteriores como si nada hubiera pasado. Esto también lo podemos percibir si observamos como los niños juegan con sus muñecos. Puede tener la sensación de que el fallecido está de viaje y que antes o después acabará regresando.
Las reacciones de los menores pueden ser variadas, en ocasiones puede parecer que al niño no le ha afectado la muerte ya que algunos niños pueden llegar a actuar como si nada hubiese ocurrido. Otros entenderán la muerte como una separación, lo cual puede generarle un estado de sufrimiento intenso, corto en el tiempo y recurrente (puede que el niño llore amargamente pidiendo que el familiar regrese y poco tiempo después jugar como si nada hubiese pasado), son en todo caso, reacciones normales.
Si te interesa el tema, si quieres proponernos algún tema nuevo, si tienes alguna pregunta que hacernos, no dudes en contactar con nosotros. Los psicólogos de Salamanca estamos a tu disposición para ayudarte.
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología
Adaptarnos al trastorno bipolar
Tras el primer ingreso volví a casa. Estaba asustado me decían que necesitaba tomar medicación de por vida. Al principio seguí las pautas de los profesionales que me atendían, tenía mucho miedo a la recaída (no poder dormir, estar irritable, que 2000 pensamientos diferentes aparezcan a la vez…). Me fui recuperando y de nuevo volví a mis clases, empecé a salir con mis amigos, yo me encontraba bien…¿por qué no retomar la vida de antes?. Empecé a salir de nuevo con mis amigos hasta tarde, eso generó importantes discusiones con mis padres que decían que tenía que cuidarme. Con mis amigos salías de fiesta hasta tarde o jugábamos durante horas a los videojuegos. Con el paso del tiempo empecé a olvidar tomar la medicación a retrasar las horas de las comidas, a costarme muy tarde y dormir pocas horas…dos meses después tuvieron que ingresarme de nuevo.
Es complicado hacerse a la idea de que tenemos una enfermedad mental que requiere tratamiento. Algunas personas necesitan que pasen años y varias crisis antes de pararse a pensar en que quizá precisa tratamiento.
Es frecuente que la persona niegue que padece un trastorno bipolar y esa negación puede tener diferentes caras. Podemos negar o rechazar el diagnóstico a pesar de tener evidencias de su presencia o negarnos a tomar la medicación. De hecho hay personas que prefieren aprender a convivir con sus síntomas a pesar de las crisis, antes que aceptar que padecen un trastorno bipolar y tomar la medicación.
Otra forma de negar lo que nos pasa es restarle importancia a la gravedad de nuestra enfermedad haciéndonos sentir que tenemos una capacidad de afrontamiento mayor y minimizando el impacto que la enfermedad tiene en nuestra vida y nuestras relaciones.
Incluso las personas que afirman tenerlo pueden tener dificultad para aceptarla. … desgraciadamente no es tan sencillo.
Como afirma Elisabeth Kübler-Ross el duelo por el sufrimiento de la pérdida pasa por varias etapas o fases inicialmente suele predominar la negación, luego aparece la rabia, más tarde el regateo, luego la depresión y finalmente la aceptación que es imprescindible para que nos adaptemos a la nueva situación. No es un camino recto ni va siempre en la misma dirección ya que cuando hay una recaída puede reaparecer la rabia o podemos soñar con el momento en el que podamos librarnos de la medicación y de la enfermedad. Sera entonces cuando, probablemente retomaremos hábitos que interfieren con nuestra salud mental.
La adaptación es un proceso no ocurre de un día para otro, al principio la idea de tener una enfermedad mental crónica puede avasallarnos y con el paso del tiempo cada vez le damos menos vueltas y la resistencia al tratamiento va disminuyendo. Es cierto que las personas que tienen enfermedades crónicas lo tienen mucho más difícil, pero también pueden adaptarse, ajustarse y aceptar el trastorno bipolar y la necesidad de un tratamiento.
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología