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Seguimos – trastorno adaptativo (II)
La semana pasada comenzamos a hablar del trastorno adaptativo veíamos que este trastorno aparecía cuando aparecen estresores psicosociales fácilmente identificables. No todas las personas que se ven expuestas a un cambio importante en su vida padecen este trastorno.
Como comentábamos estos estresores pueden ser tanto acontecimientos positivos como casarse o ascender en el trabajo como acontecimientos negativos como quedarse en paro o una ruptura de pareja. Los estresores pueden ser individuales como quedarse en paro o afectar a una comunidad como en el caso de catástrofes naturales, otros estresantes están relacionados con los cambios en el desarrollo de la persona como ir al colegio, casarse o jubilarse.
Estos trastornos aparecen con frecuencia en la población general, aproximadamente entre el 5 y el 20% de las personas que son tratadas de forma ambulatoria padecen este trastorno. Las personas que tienen una vida cargada de estresores potentes causadas por acontecimientos poco afortunados presentan una mayor probabilidad de padecer este trastorno.
¿Todas las personas que padecen el trastorno adaptativo experimentan el malestar de forma similar?
No, las personas somos únicas e irrepetibles, y, nuestras vivencias, también lo son. Lo que si es cierto es que en unas personas predominan unos síntomas de malestar diferentes a otras:
. Trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo.
. Trastorno adaptativo con ansiedad.
. Trastorno adaptativo mixto.
. Trastorno adaptativo con trastorno de comportamiento.
. Trastorno adaptativo con alteración mixta de las emociones y el comportamiento.
. El trastorno adaptativo no especificado.
¿Os gustaría que veamos pequeños ejemplos que nos ayuden a diferenciarlos?
Eso está hecho, mañana lo vemos.
Siento IRA ¿Mi cuerpo está en peligro?
Estos días hemos conocido qué es la ira, cómo la sentimos y en qué momento sería adecuado buscar la ayuda de un psicólogo en estos casos.
Hoy vamos a hablar de las consecuencias físicas y emocionales que tiene que la ira se apodere de nosotros …
La presencia de la ira en nuestras vidas afecta a nuestra salud física y emocional tanto a corto como a medio y largo plazo. El riesgo aumenta a medida que la ira se convierte en una emoción que con frecuencia está presente y entonces:
. La secreción de adrenalina aumenta , generando un aumento de la presión arterial incrementando el ritmo cardiaco, favoreciendo la aparición de problemas coronarios como derrames cerebrales y ataques al corazón.
. Afecta al sistema inmunológico se debilita haciéndonos más propensos a padecer gripes, gastritis, colitis, problemas dermatológicos, también puede provocar contracturas y dolores musculares, dolores de cabeza o incluso migrañas.
.Nuestro sistema digestivo se ve afectado pudiendo favorecer el desarrollo de enfermedades como gastritis, colitis ulcerosa o Síndrome del Colon Irritable.
. Psicológicamente favorece la aparición de trastornos como depresión, adicciones, o comportamientos desadaptativos como conductas compulsivas o conductas agresivas. No olvidemos los sentimientos de fracaso, de descontrol y de culpa que pueden machacarte. Y todo esto conlleva una bajada importante de la autoestima
¿La ira te trae problemas? Busca ayuda profesional. Un psicólogo te puede ayudar a controlar tu ira, en algunos casos puede ser recomendable seguir también tratamiento farmacológico.
Si la ira le produce problemas es recomendable que siga un tratamiento, quizás incluyendo medicación.
Psicólogos Salamanca – Gabinete de Psicología Mª Luz Cañadas – Psicoterapia
Vivir en la ciudad ¿favorece la aparición de ansiedad y depresión?
La revista Nature, ha publicado recientemente un estudio que afirma que las personas que viven en ciudades tienen un 21% más de riesgo de padecer un trastorno de ansiedad, un 39% más de riesgo de sufrir un trastorno del estado de ánimo y el doble de riesgo de sufrir esquizofrenia.
El trabajo fue realizado Instituto de Salud Mental Douglas de Canadá. Los investigadores, los autores procedentes del Instituto de Salud Mental Douglas de Canadá, compararon la actividad cerebral de voluntarios procedentes de núcleos con más de 100.000 habitantes, con las de habitantes de núcleos de más de 10.000 habitantes y un tercer grupo formado por personas de áreas rurales. Encontraron que la respuesta al estrés en la amigdala (región cerebral vinculada con la regulación de las emociones y el estado de ánimo) era mayor conforme mayor era el núcleo urbano al que pertenecía la persona.
Por tanto, existe una forma o formas en la que la experiencia de vivir en núcleos urbanos afecta a los centros cerebrales que regulan las emociones, creando una mayor vulnerabilidad a padecer trastornos mentales.
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología
Si estoy estresado ¿Cómo reacciona mi cerebro?
La revista ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ ha publicado un estudio realizado de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, en el que tratan de analizar cómo reacciona el cerebro ante el estrés.
Han logrado identificar una proteína que el cerebro produce en respuesta al estrés. Pruebas en ratones mostraron que aquellos que carecían de esta proteína eran más tímidos y preferían esconderse en la oscuridad.
Los resultados, publicados en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS), son potencialmente importantes para la comprensión del estrés relacionado con las enfermedades psiquiátricas en los seres humanos.
El Dr. Pawlak, afirma que diariamente debido al estrés las células nerviosas modifican su morfología, el número de conexiones con otras células y la forma de comunicarse con otras neuronas. Estas respuestas son adaptativas y beneficiosas ya que nos permiten afrontar el estrés y buscar la reacción conductual adecuada.
En caso de que el estrés al que se vea sometida la persona sea severo el cerebro puede verse desbordado y, las células nerviosas en el hipocampo (área del cerebro responsable del aprendizaje y la memoria) comienzan a retirar sus procesos, dejan de comunicarse con eficacia con otras células y muestran signos de enfermedad.
El estudio se ha realizado con ratones demostrando que el cerebro produce lipocalina-2 con el fin de protegernos de padecer demasiada ansiedad y nos ayuda a hacer frente a acontecimientos vitales adversos. La identificación de la lipocalina-2 puede ayudar a lidiar con el estrés que, si no funciona correctamente, puede llevar al padecimiento de enfermedades.
El estrés relacionado con trastornos psicológicos y mentales es muy común y afecta a más del 30% de la población. Los investigadores que participaron en el estudio se disponen ahora a probar si la lipocalina-2 funciona de la misma forma en los seres humanos, para poder ayudar, en el futuro, a tratar los trastornos de ansiedad y depresión.
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología