A pesar de ser un tema tabú, en ocasiones escuchamos a personas hablando del suicidio emitiendo juicios de valor como:
“Ya, ya dicen que quiere suicidarse pero el que lo dice no lo hace… lo hizo porque quería llamar la atención si hubiese querido suicidarse lo habría hecho de otra forma… ahora ya está bien nunca más habrá riesgo…, solo se suicidan los pobres… solo se suicidan los que están deprimidos…solo se suicidan los enfermos mentales…”
Como son muchas las ideas erróneas que la población en general tiene acerca del suicidio hoy empezaremos con tres mitos o ideas erróneas..
Ahora veamos ¿Cuál es la realidad?
“El que quiere suicidarse no lo dice y el que lo dice es porque no quiere suicidarse”
La realidad es que de cada 10 personas que se suicidan, 9 habían hablado claramente acerca de sus intenciones suicidas y la otra persona dejó entrever sus intenciones de acabar con su vida.
“El que intenta suicidarse lo hace para llamar la atención”.
Lo cierto es que las personas que intentan suicidarse tienen un nivel de sufrimiento tal elevado que les resulta insoportable y no encuentran mejor solución a sus problemas que acabar con su vida, le han fallado los mecanismos de adaptación.
Si, dicen que Luis ha intentado suicidarse, pero si de verdad se hubiera querido matar, habría utilizado un método más agresivo, como tirarse delante de un tren.
La realidad es que la persona que intenta suicidarse tiene deseos de vivir y de morir. De hecho a la gran mayoría les gustaría vivir si fuesen capaces de resolver sus problemas. Además el método de elección para suicidarse está muy mediatizado por aspectos culturales.