Hace unos días comenzamos a hablar de sexting, si recordáis el sexting consistía en crear y enviar de contenidos sexuales a través de Internet.
Si bien nos preocupa especialmente en el caso de los adolescentes, no son pocos los adultos a los que este tipo de prácticas les han generado problemas importantes.
A veces nos preguntamos que puede motivar a nuestro hijo adolescente para realizar este tipo de conductas.
Los adolescentes practican sexting para:
. Coquetear, es una forma de explorar su identidad sexual y expresarse. Muchos de ellos lo practican en el contexto de una relación de pareja y el envío de dichas imágenes o contenidos suele ser recíproco. Hace años los adolescentes se entregaban fotos, hoy el uso de internet y de los Smartphones se ha convertido en una de las vías principales de interacción en las relaciones de pareja.
. Como forma de divertirse o bromear.
. Para sentirse aceptado. A veces la presión social es el elemento clave para iniciarse en esta practica, puede resultar muy complicado para ellos decir que no a ese chico o chica que le gusta y que le pide imágenes. Además, en virtud del principio de reciprocidad, muchos jóvenes se sienten en deuda con quienes les envían contenidos sexuales, lo cual unido a la percepción de ausencia de riesgo aumenta la probabilidad de que el adolescente realice este tipo de conductas.
Doring en 2014 afirma que a priori, el envío de contenidos sexuales no tiene por qué ser algo negativo ya que durante la adolescencia puede favorecer el desarrollo de las relaciones interpersonales o la exploración de la identidad sexual.
Los problemas aparecen cuando el joven se expone a situaciones de riesgo generados por el mal uso que hacen los otros de los contenidos sexuales que son enviados.
Riesgos:
. Es muy fácil trasmitir fotos o videos de una persona a otra en Internet.
. Es muy difícil eliminar una imagen de la red por lo que puede permanecer de forma ilimitada y, por tanto, cualquiera podría acceder a dichos contenidos en el futuro.
. Cuando las imágenes son de menores de alrededor de 12 años, el sexting podría estar contribuyendo a generar pornografía infantil que podría ser distribuida por pedófilos o pederastas.
. Dichas imágenes pueden emplearse para para chantajear o amenazar a quien lo generó y envió, incluso años después.
. Cuando se envían este tipo de contenidos se elabora y envía una foto con contenido sexual es difícil anticipar que la foto podría difundirse más allá de la persona a la que ha sido enviada. Nadie nos puede garantizar que la persona a la que enviamos dicho contenido no vaya a reenviar dicha imagen a un tercero.