La fibromialgia está considerada como la causa más frecuente de dolor músculo-esquelético crónico difuso, con una alta comorbilidad entre diversos trastornos psiquiátricos. La Sociedad Española de Reumatología estima que dicha patología afecta a 1.100.000 personas en España (2,4% de la población) .Se estima que al menos el 20% de los pacientes con fibromialgia presentan un trastorno depresivo y un 13% trastornos de ansiedad, además de una tasa superior de otros trastornos, como la fobia específica, el trastorno obsesivo-compulsivo o trastornos de personalidad.
El programa de dolor crónico de Avances Médicos S.A. (AMSA) atiende a personas diagnosticadas de fibromialgia y otras patologías que cursan con dolor crónico que con frecuencia se asocian con síntomas psiquiátricos como la ansiedad o la depresión.
El Dr. Pablo Orgaz, define la fibromialgia como una “alteración en el procesamiento del dolor, de origen desconocido, que cursa con síntomas como el dolor generalizado, el cansancio o la rigidez y conlleva un importante distrés psicológico asociado”.
“La fibromialgia tiene profundas repercusiones en la calidad de vida del que la padece y en el conjunto de sus relaciones significativas, generando un elevado nivel de sufrimiento”.
Diversos estudios han tratado de identificar qué tipo de intervenciones psicológicas son eficaces para obtener un resultado favorable en el tratamiento de la fibromialgia. Entre ellas se han identificado como más beneficiosas, la terapia cognitivo conductual, la terapia grupal y técnicas de relajación que mejoren la conciencia somatosensorial.
Estudios que valoran el tratamiento psicofarmacológico llegan a la conclusión general de que los mejores resultados se obtienen del tratamiento combinado de psicoterapia y farmacoterapia. “El tratamiento en salud mental de la fibromialgia mejora la calidad de vida, disminuye el gasto sanitario y la sensación subjetiva de dolor y mejora la clínica psiquiátrica asociada”.
Diversidad de síntomas, un mismo trastorno
La relación entre los trastornos metales y la fibromialgia es controvertida. Según algunos autores, los síntomas característicos de la fibromialgia (dolor, cansancio, parestesias, anquilosamientos, mareos, puntos miofasciales hipersensibles, etc.) son atribuibles a desadaptaciones psicológicas. Para ellos la fibromialgia es una forma de somatización. Otros entienden que la etiología de la fibromialgia, aun desconocida, es independiente de factores psicológicos. La alta comorbilidad de síntomas, como la ansiedad o la depresión, es la consecuencia lógica del sufrimiento que supone convivir con el dolor crónico. “Ambos puntos de vista se fundamentan en modelos basados en un dualismo mente-cuerpo, frente al que progresivamente se impone un modelo biopsicosocial, ampliamente aceptado en otros campos de la Medicina”, asegura el Dr. Orgaz.
Los datos disponibles en la literatura señalan que los factores psicológicos específicos que influyen en una respuesta adaptativa o desadaptativa al dolor son la instauración de un patrón de hipervigilancia al dolor, los pensamientos catastróficos y las conductas evitativas. Otros autores han señalado que la aceptación del dolor se relaciona con una percepción de menor intensidad, ausencia de trastornos asociados como la depresión y ansiedad y una mejor ejecución de tareas de la vida diaria.
En otra línea, la investigación con metodología cualitativa ha señalado la importancia de la relación médico-paciente, y de la relación contexto-paciente en el sufrimiento adicional de la enfermedad. En dolor crónico se ha señalado la importancia de ambas relaciones en la elaboración individual del significado de enfermedad. Aceves-Avila opina que el discurso y la disposición del espacio sanitario mantienen un lugar de cronificación del dolor. Otros autores, señalan el papel que juega la pasividad e incapacidad asociada al dolor crónico. En situaciones de incertidumbre diagnóstica, las expectativas de un médico centrado en un modelo causa-efecto y las expectativas del paciente con respecto a este modelo favorecen, en su interacción, la persistencia del dolor, la frustración y la ansiedad.
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología