Marcos tiene 21 años y acaba de ser diagnosticado de trastorno bipolar. Estudia derecho, hasta ahora ha sufrido dos episodios maníacos. El primero fue leve y duró pocos días. El segundo episodio hizo necesario el ingreso, fue ingresado tras chocar su vehículo contra un muro. Dado su comportamiento la policía pensó que había consumido drogas además del alcohol que encontraron en su coche.. En la sala de urgencias el médico observó que estaba pasando por un período maníaco: llevaba varios días durmiendo 3 ó 4 horas sin mostrar cansancio, no era capaz de estar quieto, se mostraba muy irritable y hablaba constantemente sobre todas las cosas que tenía que hacer en los próximos días. Se movía sin tener en cuenta las heridas que le había causado el accidente.
El trastorno bipolar es un trastorno del estado del ánimo que cuenta con períodos de depresión repetitivos (fases depresivas) que se alternan con temporadas de gran euforia (fases maníacas).
Es una enfermedad crónica episodica y recurrente, tratable con medicación que el paciente tendrá que tomar toda su vida.
Su causa es un desequilibrio químico en un tipo de biomoléculas del cerebro llamadas neurotransmisores. El afectado oscila entre la alegría y la tristeza, de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta enfermedad. Así, el afectado sufre de episodios o fases depresivas o eufóricas (maníacas). El trastorno bipolar es comúnmente tratado con medicación acompañada de terapia psicológica.
Síntomas de la manía – los «altos» del trastorno bipolar
- Incremento de la actividad física y mental y la energía
- Estado de ánimo muy entusiasta, optimismo exagerado y confianza en sí mismo
- Irritabilidad excesiva, comportamiento agresivo
- Menos necesidad de dormir sin experimentar cansancio
- Delirios de grandeza, sentido excesivo de presunción
- Hablar y pensar muy rápido, cúmulo de ideas.
- Impulsividad, poco juicio, distracción
- Comportamiento imprudente
- En los casos más serios, delirios y alucinaciones
Los síntomas de depresión, los “bajos” del trastorno bipolar
- Tristeza prolongada o ataque de llanto sin explicación
- Cambios importantes en los hábitos alimenticios y de sueño
- Irritabilidad, enojo, preocupación, agitación y ansiedad
- Pesimismo e indiferencia
- Pérdida de la energía y letargo persistente
- Sentimientos de culpa y baja autoestima
- Incapacidad para concentrarse e indecisión
- Incapacidad para disfrutar intereses anteriores y aislamiento social
- Achaques y dolores inexplicables
- Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología