Adaptarnos al trastorno bipolar

Tras el primer ingreso volví a casa. Estaba asustado me decían que necesitaba tomar medicación de por vida. Al principio seguí las pautas de los profesionales que me atendían, tenía mucho miedo a la recaída (no poder dormir, estar irritable, que 2000 pensamientos diferentes aparezcan a la vez…). Me fui recuperando y de nuevo volví a mis clases, empecé a salir con mis amigos, yo me encontraba bien…¿por qué no retomar la vida de antes?. Empecé a salir de nuevo con mis amigos hasta tarde, eso generó importantes discusiones con mis padres que decían que tenía que cuidarme. Con mis amigos salías de fiesta hasta tarde o jugábamos durante horas a los videojuegos. Con el paso del tiempo empecé a olvidar tomar la medicación a retrasar las horas de las comidas, a costarme muy tarde y dormir pocas horas…dos meses después tuvieron que ingresarme de nuevo.

Es complicado hacerse a la idea de que tenemos una enfermedad mental que requiere tratamiento. Algunas personas necesitan que pasen años y varias crisis antes de pararse a pensar en que quizá precisa tratamiento.

Es frecuente que la persona niegue que padece un trastorno bipolar y esa negación puede tener diferentes caras. Podemos negar o rechazar el diagnóstico a pesar de tener evidencias de su presencia o negarnos a tomar la medicación. De hecho hay personas que prefieren aprender a convivir con sus síntomas a pesar de las crisis, antes que aceptar que padecen un trastorno bipolar y tomar la medicación.

Otra forma de negar lo que nos pasa es restarle importancia a la gravedad de nuestra enfermedad haciéndonos sentir que tenemos una capacidad de afrontamiento mayor y minimizando el impacto que la enfermedad tiene en nuestra vida y nuestras relaciones.

Incluso las personas que afirman tenerlo pueden tener dificultad para aceptarla. … desgraciadamente no es tan sencillo.

Como afirma Elisabeth Kübler-Ross el duelo por el sufrimiento de la pérdida pasa por varias etapas o fases inicialmente suele predominar la negación, luego aparece la rabia, más tarde el regateo, luego la depresión y finalmente la aceptación que es imprescindible para que nos adaptemos a la nueva situación. No es un camino recto ni va siempre en la misma dirección ya que cuando hay una recaída puede reaparecer la rabia o podemos soñar con el momento en el que podamos librarnos de la medicación y de la enfermedad. Sera entonces cuando, probablemente retomaremos hábitos que interfieren con nuestra salud mental.

La adaptación es un proceso no ocurre de un día para otro, al principio la idea de tener una enfermedad mental crónica puede avasallarnos y con el paso del tiempo cada vez le damos menos vueltas y la resistencia al tratamiento va disminuyendo. Es cierto que las personas que tienen enfermedades crónicas lo tienen mucho más difícil, pero también pueden adaptarse, ajustarse y aceptar el trastorno bipolar y la necesidad de un tratamiento.

 

Psicólogo en  Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología

Seguimos con trastorno bipolar….¿Hay distintos tipos de TAB?

Pues sí, existe el trastorno bipolar tipo I, y el tipo II

El trastorno bipolar tipo I se caracteriza por uno o más episodios maníacos o episodios combinados (síntomas de manía y depresión que ocurren casi todos los días por lo menos durante 1 semana) y uno o más episodios depresivos mayores. El trastorno bipolar tipo I es la forma más severa de la enfermedad, marcada por episodios maníacos extremos.

El trastorno bipolar tipo II se caracteriza por uno o más episodios depresivos acompañados por lo menos de un episodio hipomaníaco. Los episodios hipomaníacos tienen síntomas similares a los episodios maníacos, pero son menos severos; sin embargo, deben ser claramente diferentes a los de una persona que no tiene un estado de ánimo depresivo. Para algunas personas, los episodios hipomaníacos no son lo suficientemente severos para ocasionar problemas notorios en las actividades sociales o en el trabajo. Sin embargo, en otros, éstos pueden ser molestos.

 

 

Y, ¿qué me cuentas sobre las recaídas?

Algunas personas, incluso estando medicadas, pueden experimentar episodios del trastorno en un nivel menor, o, incluso llegando a experimentar episodios completos.

Hay determinados comportamientos que favorecen la aparición de recaídas, tanto maniacas como depresivas:

  • La discontinuación o terminación de la medicación sin consultar con su médico.
  • Estar mal medicado. Generalmente el tomar una dosis menor de un estabilizador de ánimo pueden llevar a una manía. El tomar una menor dosis de antidepresivos pueden causar una recaída depresiva, mientras que dosis muy elevadas pueden llevar a episodios mixtos o episodios de manía.
  • El tomar drogas como la cocaína, alcohol, anfetaminas u opioides. Estas tienden a empeorar los episodios.
  • El dormir demasiado o muy poco. Dormir demasiado puede llevar a la depresión, mientras que el dormir muy poco puede conducir a episodios mixtos o maniacos.
  • La cafeína pueden causar desordenes en el ánimo que pueden conducir a la irritabilidad, la disforia y la manía.
  • Usualmente los pacientes tienden a auto-medicarse, siendo la drogas más comunes el alcohol y la marihuana.

 

La enfermedad actualmente no es curable, pero puede ser controlada. Para lograrlo se emplean técnicas farmacológicas y psicológicas.

 

 

Psicólogo en  Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología

¿Cómo se comportan las personas con trastorno bipolar?

Marcos tiene 21 años y acaba de ser diagnosticado de trastorno bipolar. Estudia derecho, hasta ahora ha sufrido dos episodios maníacos. El primero fue leve y duró pocos días. El segundo episodio hizo necesario el ingreso, fue ingresado tras chocar su vehículo contra un muro. Dado su comportamiento la policía pensó que había consumido drogas además del alcohol que encontraron en su coche.. En la sala de urgencias el médico observó que estaba pasando por un período maníaco: llevaba varios días durmiendo 3 ó 4 horas sin mostrar cansancio, no era capaz de estar quieto, se mostraba muy irritable y hablaba constantemente sobre todas las cosas que tenía que hacer en los próximos días. Se movía sin tener en cuenta las heridas que le había causado el accidente.

El trastorno bipolar es un trastorno del estado del ánimo que cuenta con períodos de depresión repetitivos (fases depresivas) que se alternan con temporadas de gran euforia (fases maníacas).

 

Es una enfermedad crónica episodica y recurrente, tratable con medicación que el paciente tendrá que tomar toda su vida.

 

Su causa es un desequilibrio químico en un tipo de biomoléculas del cerebro llamadas neurotransmisores. El afectado oscila entre la alegría y la tristeza, de una manera mucho más marcada que las personas que no padecen esta enfermedad. Así, el afectado sufre de episodios o fases depresivas o eufóricas (maníacas). El trastorno bipolar es comúnmente tratado con medicación acompañada de terapia psicológica.

 

Síntomas de la manía – los «altos» del trastorno bipolar

  • Incremento de la actividad física y mental y la energía
  • Estado de ánimo muy entusiasta, optimismo exagerado y confianza en sí mismo
  • Irritabilidad excesiva, comportamiento agresivo
  • Menos necesidad de dormir sin experimentar cansancio
  • Delirios de grandeza, sentido excesivo de presunción
  • Hablar y pensar muy rápido, cúmulo de ideas.
  • Impulsividad, poco juicio, distracción
  • Comportamiento imprudente
  • En los casos más serios, delirios y alucinaciones

 

Los síntomas de depresión, los “bajos” del trastorno bipolar

  • Tristeza prolongada o ataque de llanto sin explicación
  • Cambios importantes en los hábitos alimenticios y de sueño
  • Irritabilidad, enojo, preocupación, agitación y ansiedad
  • Pesimismo e indiferencia
  • Pérdida de la energía y letargo persistente
  • Sentimientos de culpa y baja autoestima
  • Incapacidad para concentrarse e indecisión
  • Incapacidad para disfrutar intereses anteriores y aislamiento social
  • Achaques y dolores inexplicables
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Psicólogo en  Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología

 

Y tú …¿Qué sabes sobre el trastorno bipolar?

Durante esta semana y a petición de los seguidores de mi blog, hablamos de Trastorno bipolar. Gracias a todos por seguirme y por proponer temas tan interesantes…

¿Qué os parece si empezamos con un pequeño test que os ayude a ser consciente de vuestros conocimientos acerca del tema?

  1. El trastorno bipolar puede provocar tanto depresión como manía ¿VERDADERO O FALSO?

Verdadero. La mayor parte de las personas que padecen trastorno bipolar sufren episodios de depresión y manía a lo largo de su vida. Hay pacientes más propensos a los episodios depresivos y otros a los episodios maníacos, los síntomas pueden variar ligeramente de unas personas a otras.

  1. Nos podemos sentir deprimidos y maníacos al mismo tiempo. ¿VERDADERO O FALSO?

Verdadero. Es el llamado episodio mixto, en ellos podemos sentirnos muy agitados, notar que mi cabeza va a mil por hora y movernos constantemente y a la vez sentirnos decaídos desesperanzados teniendo, incluso, ideas suicidas.

  1. La medicación es necesaria para controlar los síntomas del trastorno bipolar ¿VERDADERO O FALSO?

Verdadero. Para poder controlar la enfermedad y poder prevenir nuevos episodios es necesario controlar la medicación de forma eficaz. Es frecuente que cuando la persona se sienta bien prefiera no tomar medicación y eso genera grandes dificultades. Por eso se trabaja la adherencia al tratamiento, para que sean conscientes de la importancia de no abandonar o modificar las dosis de medicación.

  1. Lo único que tiene que hacer un a persona diagnosticada de trastorno bipolar  para sentirse bien es tomar su medicación regularmente. ¿VERDADERO O FALSO?

Falso. Aunque la medicación es imprescindible los síntomas pueden reaparecer cuando se dan determinadas circunstancias como estrés, enfermedad o cambios estacionales. Cuando los síntomas reaparecen la persona afectada puede tener dificultades en el trabajo, en casa o en sus relaciones sociales. Puede ser de gran ayuda aprender habilidades que permitan manejar los síntomas y de la  vida en general para cubrir las lagunas que no cubre la medicación.

  1. Una vez que comienza un episodio maníaco o depresivo el paciente no puede hacer nada para detenerlo.

Falso. Además de tomar la medicación podemos hacer cosas que nos ayuden a controlar los síntomas  de la depresión y de la manía.

  1. La falta de sueño puede desencadenar un episodio de manía.

Verdadero. Tanto acostarse tarde como la falta de sueño parecen favorecer la aparición del episodio depresivo. Frecuentemente las personas con trastorno bipolar tienden a ser más noctámbulas que diurnas.

  1. Para hacer frente a la enfermedad es necesario renunciar a las cosas más emocionantes de la vida.

Falso. Una persona con trastorno bipolar puede llevar una vida activa en la que haya espacio para el trabajo, las relaciones personales y la diversión. No obstante es necesaria cierta moderación, ser capaz de observar cómo nos estamos sintiendo y tomar las medidas pertinentes cuando los síntomas empiezan a agravarse.

  1. La enfermedad suele favorecer que la persona que lo padece abandone sus metas profesionales.

Falso. Si la persona aprende  a conocer y tomar las medidas adecuadas que le ayuden a controlar la enfermedad puede alcanzar sus objetivos profesionales.

  1. Podemos manejar solos la enfermedad la ayuda es innecesaria.

Falso. Si todas las personas necesitamos apoyo en ciertos momentos de nuestra vida cuando luchamos con una enfermedad la ayuda es necesaria. Pueden ayudarnos nuestra pareja, familia, amigos, grupos de autoayuda, los grupos de apoyo en internet y profesionales como el psiquiatra o el psicólogo.

 

Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología

 

Esquizofrenia … Síntomas negativos

 

Martín tiene 37 años y acude acompañando a su mujer a una cena de trabajo. Permanece callado, no intenta participar en las conversaciones y, solo lo hace, cuando se dirigen a él de forma directa. Mantiene poco contacto ocular y su mirada parece ausente. Casi no se mueve ni sonríe. Cuando le quedan restos de comida en la comisura de los labios o en la barbilla su mujer le hace un gesto por debajo de la mesa para que se dé cuenta…

Esquizofrenia - Síntomas negativos

Hoy empezamos recordando brevemente lo que vimos ayer

La esquizofrenia se diagnostica cuando la persona presenta alteraciones en las principales funciones mentales:

. Percepción

. Pensamiento

. Emociones

.Movimiento

. Capacidades cognitivas (atención, memoria etc.)

. Control de la conducta

Como cada persona es un mundo las distintas alteraciones no están presentes en todos los casos ni en la misma intensidad, por eso puede haber dos personas con el mismo diagnóstico que presentan síntomas tan diferentes que pocos dirían que tienen la misma enfermedad. Las alteraciones que presentan estos pacientes pueden producirse por exceso o por defecto (las funciones operan por debajo de lo normal o se han perdido).

Ayer hablamos de los síntomas positivos, hoy nos centramos en los síntomas negativos

La sintomatología negativa supone un fallo en múltiples funciones mentales y con frecuencia se confunden con determinadas características de personalidad o con ganas de molestar o fastidiar a otros.

¿Cuáles son los síntomas negativos?

. Pobreza afectiva. Cuando la persona sufre pobreza afectiva sus expresiones emocionales son pobres y presentan una baja capacidad emocional. Pudene presentar una expresión facial inmutable, sus movimientos pueden carecer de espontaneidad, puede rehuir la mirada, puede hablar sin hacer inflexiones vocales siendo monótona y sin enfatizar el las palabras relevantes.

. Alogia. La alogia implica que el pensamiento y la cognición están empobrecidos. Pueden presentar un lenguaje pobre, aportando respuestas muy breves y carentes de información adicional. Pueden llegar a bloquearse, pueden empezar a expresar una idea olvidándola antes de terminar. Pueden usar un lenguaje pobre, vago y con poco contenido. Pueden tardar más tiempo de lo normal en responder.

. Abulia- Apatía. La abulia implica falta de energía e impulso, poco interés por las cosas. Esto implica que pueden tener problemas con la higiene, por tender a abandonar las tareas (baja persistencia en tareas), suelen sentirse agotados física y emocionalmente  y realizan tareas de forma lenta.

. Anhedonia-Insociabilidad. Es la dificultad para sentir placer o interés por las cosas que anteriormente les hacían disfrutar. Pueden carecer de aficiones, reducir la frecuencia de sus contactos sexuales. Disminución del nivel e actividad e incapacidad para establecer nuevas relaciones sociales.

. Problemas de funcionamiento cognitivo. Son las dificultades para concentrarse y mantener la atención. Pueden tener dificultades para atender a tareas cotidianas como ver la televisión o mantener una conversación, dificultades para recordar cosas de su pasado o qué tienen que hacer. Suelen presentar dificultades para planificar y organizar las acciones.

Psicólogo en  Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología

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