Se acerca el final del curso y muchos estudiantes se muestran preocupados, ansiosos, agobiados y tensos. El curso ha sido largo y algunos han dedicado poco tiempo a preparar las materias de las que se examinarán en las próximas semanas.
La tarea de estudiar exige esfuerzo y cuanto mejor organizado esté, el esfuerzo será menor y favorecerá una mejora del rendimiento.
Es frecuente encontrarse con alumnos que carecen de técnicas y hábitos que les permitan mejorar su rendimiento en el estudio.
En consulta tratamos de analizar cómo estudian los alumnos, que habilidades poseen, que factores interfieren en su rendimiento con el objetivo de entrenarles en las habilidades que les ayuden a mejorar su rendimiento.
Hay factores que facilitan el estudio, por un lado la inteligencia y aptitudes de la persona y por otro, el tener un lugar adecuado para el estudio y un buen clima familiar (que apoye al alumno y valore el esfuerzo y el trabajo cotidiano).
Si quieres incidir en los factores externos que te permitan mejorar el rendimiento académico para obtener un rendimiento óptimo, ten en cuenta:
1. Busca un lugar de estudio que sea lo más cómodo posible, así podrás concentrarte completamente. Además estudiarás siempre en el mismo lugar y con la puerta cerrada, para crear una rutina que facilite la concentración.
2. El ruido: Elije para estudiar un lugar silencioso que esté libre de ruidos y distracciones. Si tu casa carece de esas condiciones se puede optar por estudiar en la biblioteca, la cual además del silencio te permite tener acceso a material de consulta. Es preferible estudiar en silencio, sin música, o en todo caso con una música tranquila (preferiblemente música clásica) a bajo volumen.
No estudies viendo la tele eso te impedirá tanto estudiar como disfrutar de la misma. Además puede favorecer que te sientas cansado (dado que crees que has estudiado) cuando realmente has perdido el tiempo.
3. El lugar de estudio precisa de un mobiliario mínimo:
a) La mesa de estudio: Es el lugar indicado para estudiar, cuanto más amplia mejor. Antes de iniciar la sesión de estudio retiraremos todo aquello que pueda distraernos o estorbarnos. Hay que estudiar sentado delante de una mesa y no retumbado en un sofá o recostado en la cama, ya que ello dificulta la concentración
b) La silla de estudio: Es recomendable que esté fabricada de un metal rígido (madera o hierro), con el respaldo recto y una altura proporcionada a la mesa para evitar la inclinación de la espalda y conseguir una adecuada distancia del libro a nuestros ojos.
c) La estantería: En ella se deben colocar los libros y demás materiales de estudio, para tener a mano y ordenado todo el material.
d) Un tablón en el que figuren fechas de exámenes, trabajos pendientes…para que no se nos olvide nada importante.
e) La temperatura: Intentar que la temperatura sea agradable, oscilando entre los 20 y los 22º C. Las temperaturas extremas afectan negativamente en el rendimiento.
f) La ventilación: Un ambiente mal ventilado reduce la oxigenación y favorece la aparición de dolores de cabeza. El rendimiento del cerebro es muy sensible al nivel de oxígeno, por ello hay que procurar ir renovando regularmente el aire de la habitación, en los periodos de descanso (con 5 minutos es suficiente).
g) La iluminación: Es preferible estudiar con luz natural así los ojos tienen que esforzarse menos. Si es necesaria la luz artificial es preferible que sea indirecta, ya que la luz artificial directa sobre la hoja crea un contraste excesivo entre luz y sombras que provoca una reflexión sobre los ojos que les produce una intensa fatiga. Hay que evitar la iluminación con tubos fluorescentes, así como estudiar en una habitación oscura con un potente foco iluminando la mesa.
La próxima semana comentaremos CÓMO planificar el estudio
Psicólogo en Salamanca – Psicóloga Mª Luz Cañadas – Psicología